Continuando con la tarea de recuperación de entradas, hoy vuelvo a publicar (con alguna novedad, por cierto) una que fue muy celebrada cuando se publicó en noviembre de 2010, la del Bar El Latero:
Había un bar en la calle Feria de Palma, conocido por «El latero», por estar situado en una casa antigua donde vivía y trabajaba un artesano, profesional en elaborar y reparar objetos de latón, de hojalata, como cubos, aceiteras, regaderas, jarrillos, palanganas, etc. Recuerdo de pequeño aquel establecimiento, en el portal de la casa, con sus cacharros amontonados, donde trabajaba el latero. Como también recuerdo la zapatería de Agustín, más cercana a mi calle, con una disposición similar, todo muy antiguo, muy artesano. Eran otros tiempos en que la calle Feria tenía todavía el bullir de comercio, bares y otros establecimientos, herederos de los que la hicieron una calle principal, al instalarse las tiendas que obtuvieron el privilegio de Juan II de Castilla de celebrar mercado desde la Edad Media. Y eso atrajo también a los que tenían algo de fortuna para instalar sus viviendas allí.
El bar El latero era un lugar con encanto. No tenía dimensiones para acoger a una gran afluencia de clientes. Era pequeño y estrecho, al hilo de la fachada, con una barra para servir a lo largo del local, que dejaba una pequeña zona donde acomodarse (es un decir) la clientela. Tenía una puerta de acceso que daba al reciento, con un escalón para sortear un nivel más rebajado respecto a la calle. Y lo ventilaba una sola ventana, más alta que ancha, que servía de desahogo cuando hacía buen tiempo, pues era común ver al personal consumir su fino y su tapa, desde la calle, apoyados en los barrotes a media altura de la ventana, mientras disfrutaban de la tertulia con los demás clientes y el dueño del bar.
Por mi edad disfruté pocas veces de su servicio, ya que hace muchos años que cerraron, y en su lugar hay ahora un comercio del ramo del textil, pero para mí era un punto de referencia frecuente. De niño era el lugar ideal para conocer las vicisitudes de liga de fútbol, ya que en una repisa que tenía por encima del frigorífico, y a lo largo de la barra, se mostraban banderines de los equipos de fútbol, ordenados según la clasificación de cada jornada. Así, cada domingo, cuando mi madre nos llevaba de paseo, después de ir a misa, pasábamos por allí y yo miraba impaciente por la ventana para saber cómo iba la liga y si mi equipo favorito de entonces iba bien clasificado, pues el Latero, diligentemente, cambiaba la posición de los banderines, una vez terminados los partidos. Fue uno de los primeros bares que cerraba un día a la semana y en navidades, además de ser uno de los primeros locales en disponer de televisión en color en Palma.
En las fotografías que expongo aparecen Miguel Santos (a la izquierda), el padre de Anamari, que pudo ser mi suegro de no haber fallecido antes de la boda, junto a Manuel Godoy, el «Latero» (el del bigote) y otros clientes. Mucho tiempo después siguieron compartiendo amistad y paseos por el pueblo, como en aquellos tiempos. En las imágenes vemos detalles del bar, como las fotos de toreros (hay una de El cordobés, cuando fue recibido por Franco), de alguna «famosa» de la época (una incluso en bikini), algunos calendarios (uno típico de los setenta, con el incipiente «destape», donde se aprecia que pudo ser hecha la instantánea en 1970), una botella de vino con la imagen del cantaor Fosforito, un quinqué y un candil, recuerdos del anterior negocio familiar, una radio de válvulas, objetos publicitarios, como el del vino de Montilla que anuncia el resultado de los «ciegos» (el sorteo de la ONCE), carteles del fútbol local, botellas, platos de tapas, barriles y los famosos banderines que tanto interés despertaban en mi antigua pasión por el fútbol, compartida con los compañeros de la niñez.
Las fotos, prestadas por mi mujer y que alguien le regaló (Francisco Godoy «Pin», el profesor y sobrino de Manolo el latero), son un entrañable testimonio de uno de los típicos espacios protagonistas de la pequeña historia no lejana de mi ciudad.